Esta semana vengo de nuevo con un tema
que me carcome el ánimo desde hace tiempo.
Cuando cumplí los dieciséis se me
ensancharon las caderas, y quien dice ensanchar, dice que me creció
el culo y se me hincharon los muslos, así es la vida de toda mujer,
surgen las curvas y te olvidas de las tallas pequeñas y los vestidos
demasiado estrechos. Durante muchos años me estanqué en la talla 36
e incluso me quedaba un poco ancha, luego, con las hormonas y una
importante adquisición de peso me planté en una 38 yendo justita.
Por asuntos de la vida volví a perder peso pero con serios problemas
de regresar a la 36, lo que me llevó a preguntarme ¿Cuál es el
problema de todo esto? Si mi contorno ha decrecido ¿Por qué no
entro en una 36? No es que esté obsesionada con la talla, pero a una
siempre le gusta poder volver a ponerse aquellos pantalones en los
que no entraba, y todas pensamos que si un día pudimos ponernos una
M, podemos lograr despachar de nuestras vidas a todas las ELES.
(Bueno todas no, algunas se encuentran en el tema inverso, pero esta
reflexión se la dejo a mi Ruthie)
El caso es que la semana pasada con el
asunto del Black Friday me fui de compras porque mi madre había
arruinado dos de mis pantalones con gotitas de lejía, y me pasó
esto:
Estás son mis compras, dos pantalones,
dos tallas, una sola tienda. Cogí de ambos modelos la 36 y la 38,
me probé los cuatro pantalones y acabé quedándome con la 38 de
uno, lo que me deprimió considerablemente y la 36 del otro, lo que
me llenó de ánimo y satisfacción, ¿Entonces que uso? Pues uso
ambas tallas, depende del pantalón. Como cuando llevas calzando la
37 toda la vida y de repente esta 37 te viene enana, pero tus
zapatillas de deporte son una 37 y te quedan como un guante. Lo que
pasa es que las tallas son un sistema de medida que deja bastante que
desear, que ni siquiera en una misma empresa tienen las mismas
medidas para la misma talla en distintos modelos, que no tienen en
cuenta el tipo de tela o la estructura del pantalón, y que una S en
Bershka no es lo mismo que una S en H&M. Que un kilómetro son
mil metros pero una 36 no siempre son X cm de diámetro.
Las tallas son orientativas y después
de esta prueba, se acabaron las inseguridades por no entrar en esa
que se supone que debería ser la vuestra.
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